martes, 8 de abril de 2014

Chapter 5

Este capítulo es un tanto más largo que los demás (e iba ser más largo), pero para que no se tornara aburridor lo dividí en 2 partes; por lo tanto ésta es la primera parte y la segunda estará en el cap. 6. 







El tormento de la pesadilla es demasiado, como no lo soporto más, me despierto, dirigiéndome al baño, me lavo y me cambio a pantalones y camisa. Sin pensarlo dos veces, sé que hoy es el día. Me voy de caza.

Lo he estado posponiendo puesto que yo misma tenía miedo de que me volviera a pasar lo mismo de unas semanas atrás… Pero ahora estoy segura, y evitaré usar rutas desconocidas. Recojo mi arco y flechas ubicadas en el vestíbulo, no sin antes ordenarme un poco el alboroto de pelo que tengo, arreglándolo en mi sencilla trenza de siempre. Salgo por la puerta principal y me encuentro con una nublada mañana de primavera. Hace una brisa fresca y de inmediato sé que es un gran día para cazar. Medito si debo pasar por la casa de Peeta a darle los buenos días, como él siempre hace, pero al final lo descarto ya que es muy temprano y seguramente debe estar dormido.
Llego rápidamente a la Pradera donde saludo a Thom y otros compañeros con los que he hablado últimamente, ya que los días en los que puedo y no me ataca tan fuerte el dolor de mis pérdidas…, he salido a ayudar a reubicar a personas del 12 en sus antiguos hogares, ahora la mayoría reconstruidos. El gran hoyo que había, que antes estaba al descubierto, ahora lo cubre una fina capa de tierra, que pronto dará paso al pasto. Sin embargo, lo rodeo, ya que siento como si irrespetara a los difuntos pasando por encima de ellos.

Cuando por fin tengo el bosque a mí alrededor, respiro profundamente, disfrutando del contacto del aire en mis fosas nasales. Acelero el paso mientras subo por las colinas hasta el lugar de encuentro con Gale. Cuando llego me acomodo en un rincón de las rocas, a la espera de algún signo de movimiento cerca. Pasan los minutos y no hay nada, por lo que no me queda más opción que moverme. El valle está justo delante de mí, con verduras y raíces por recoger, así que me adentro en él, en busca de presas.

Alrededor del mediodía, tengo dos pavos silvestres y un conejo; nada mal para alguien que tiene meses sin cazar. Sin embargo
estoy agotada y mi estómago ruge, es notable que mi estado físico no es el mejor, pero esperaba que pudiera rendir más. Despellejo al conejo y le quito las plumas a los pavos, decidiendo llevárselos a Sae y que ella hiciera lo que quisiera con ellos, al fin y al cabo no soy yo la que cocina. Antes de marcharme recojo unas bayas y moras, acordándome de que a Peeta le podrían servir para hacer sus tartas. Sonrío ante el recuerdo de su nombre en mi mente, sintiéndome algo ridícula.

De camino a mi casa, paso por la de Sae a entregarle las presas, a lo cual ella responde muy sorprendida de que no hubiera ido al bosque sola pero que al fin y al cabo ya estaba aquí así que ya qué. Me acepta las presas, prometiéndome que pasaría más tarde a llevarme algo de la comida que preparara. Decido pasarme por la tienda de comestibles y comprar algo de leche y aceite para tener en la despensa, que se está quedando sin provisiones. Al llegar a la Aldea de los Vencedores, pienso en pasar primero a la casa de Peeta y entregarle lo que recogí, pero decido que mejor llego a mi casa a dejar las cosas que compré, no queriendo llevar mucha carga a la casa de Peeta, contando además que aún llevo el arco y las flechas; no sé por qué no lo dejé en el tronco hueco del árbol de siempre, supongo que quería traerlo de nuevo a casa. Así que obligo a mis pies a moverse más rápido hasta mi casa.
Cuando estoy dentro, me dirijo a la cocina, guardo las cosas rápidamente, y pongo el arco y flechas en su lugar. Visualizo una pequeña canasta cerca en la repisa, la cojo y guardo allí los frutos que recogí. Salgo afuera y camino los pasos que hay hasta la casa de Peeta. Cuando toco la puerta, noto cierta ansiedad, creo que ha sido por tanta caminata. Pasan los segundos mientras espero pacientemente que la puerta se abra. Cuando por fin se abre, no es Peeta, es Haymitch. Parece que no se hubiera bañado en siglos.

-¡Vaya! Qué sorpresa tenerte aquí en mi casa, preciosa.-exclama Haymitch, tengo que voltear un poco la cabeza ya que el olor a alcohol es abrumador.
-Haymitch.- saludo brevemente.- Me parece que ésta no es tu casa.

En ese momento sale Peeta, preguntando quién es; entonces me ve y sonríe, le correspondo la sonrisa. Se pone al lado de Haymitch.
-Ah sí, Haymitch, vino preguntando si tenía algo de alcohol, al parecer olvidó dónde queda la licorería.- me dice Peeta sonriendo- Voy a llevarlo a su casa. Vamos Haymitch.-guía a Haymitch a que salga, cuando va bajando los escalones de la entrada, se voltea- Pasa Katniss, ya regreso, siéntete en tu casa.

Entro, y lo primero que capto es el olor a pan. Me dejo llevar por el exquisito olor y termino en su cocina. Tiene todo muy ordenado, el horno está encendido, confirmando mis sospechas de que está horneando pan. Me sitúo alrededor de la mesa, y diviso que en el centro de ella hay un pequeño cuenco con algunos de los bollitos de queso que tanto me encantan. Decido tomar uno, degustándolo hasta el final. Cuando termino, sé que alguien está detrás de mí.

-Lo siento, me comí uno de tus bollos.- digo en tono de disculpa, dándome la vuelta.
-Ya sé que te gustan, por eso los hago.- responde Peeta sonriendo.- ¿Qué tal tu día?
-Bastante bien, te traje esto.-levanto la canasta que llevo en la mano.- Pensé que podrías usarlas en tus tartas.
-¿Qué? ¿Qué es?- pregunta sorprendido mientras toma la canasta y revisa su contenido.- Ohh, Katniss… ¿fuiste al bosque?
-Sí.-respondo sincera.- Tenía que hacerlo, Peeta... ¿No te gustan los frutos?
-Obvio que sí. Pero no debiste haber ido al bosque… ¿te sentiste bien? ¿Estás bien?- me pregunta, observándome detenidamente, preocupado.
-Sí, en realidad, estuvo muy bien, necesitaba al menos un rato el aroma del bosque, aunque sí fui precavida…- aparto un poco la mirada- aproveché la mañana y traje además dos pavos silvestres y un conejo, ya se los llevé a Sae.- comento mientras de nuevo alzo la vista.- Y pues se me ocurrió traerte unas cuantas moras y bayas.
-De verdad lo aprecio, Katniss, gracias. Pero sí sales, ve con cuidado por favor.

Su comentario hace que me sonroje un poco, entiendo su preocupación, pero me hizo sentir que era una niña de 8 años y no pudiera valerme por mí misma. De igual modo se lo agradezco, él es una de las pocas personas a las que le importo de verdad.

-Bueno pues haré un poco de mermelada.-continúa, cambiando de tema- Y luego me ayudarás a untarla en la tarta.
Así nos pasamos gran parte de la tarde, untando y rellenando un pequeño pastel, el cual después disfrutamos con un poco de té. Es una actividad entretenida, en donde liberamos un poco la tensión, olvidamos por un momento la fea realidad que nos acecha, simplemente viviendo del momento. Cuando terminamos de merendar, le ayudo a recoger y organizar un poco el desastre de la cocina, guardando un poco del pastel para mañana.

-Sae irá a mi casa más tarde a llevarme la comida que hizo con las presas que le llevé. ¿Te gustaría venir y acompañarme en la cena? - le pregunto mientras paso un paño sobre la mesa.
-Claro, suena bien. Pero tendría que lavarme primero, después llego a tu casa, ¿te parece?
-Vale.
Terminamos de organizar su cocina, luego rápidamente nos despedimos y me promete que estará pronto para la cena. Apenas llego a mi casa, aprovecho el rato libre para darme una ducha y cambiarme de ropa ya que la que tenía la llevaba puesta todo el día.
Me decido por un pantalón verde oscuro y blusa gris que estaban un poco al fondo de mi armario y un par de sandalias planas de cuero negras; no recuerdo que las haya tenido pero supongo que en mi estado de robot no las noté. Cuando bajo a la cocina, Sae me está esperando ya con mi plato puesto sobre la mesa.

-Oh, ¿Qué tal vas Katniss?- me pregunta cuando me ve en el umbral.- Ya tienes tu comida servida, adelante. Preparé el pavo en un guiso con verduras. Te guardé otro poco por si quieres más.
-Umm, toda vá bien. Y no creo que vaya a querer más, invité a Peeta a comer así que puedes servirle el poco que me guardaste a él por favor.- le indico mientras camino hacia la mesa.
-Ah claro, bueno como quieras.-dice amablemente. Se pone a servir el resto de la comida en otro plato y yo me limito a mirar constantemente el reloj en espera de que Peeta llegue.- Tranquilízate, Katniss.
-¿Qué?- no tengo ni idea de qué habla.
-Que no te impacientes, puedo ver que estás ansiosa, ya llegará.- ¿Qué estoy ansiosa? Creo que más bien es hambre, pienso. Sae coloca el plato sobre la mesa y justo cuando iba a seguir hablando, suena el timbre.
-Yo voy.- digo antes de que ella vaya a abrir. Avanzo los pasos hasta la puerta principal y abro la puerta. Por alguna razón, verlo ahí, parado frente a mí, con sus brillantes ojos azules clavados en los míos hace que me den ganas de tirarme sobre él y abrazarlo, sin embargo me contengo y lo hago pasar.

-Hola Sae.- saluda Peeta cuando llegamos a la cocina. Intercambian unos cuantos comentarios más, hasta que Sae anuncia que ya se marcha.
-Bien, los dejo. Que tengan una buena noche. Katniss, te veo mañana para el desayuno.- dice mirándome.
-Ummm bueno, que tengas una buena noche también.- respondo, ya con ganas de ponerme a comer, mi estómago ruge. Peeta se despide igualmente, se sienta en una de las sillas alrededor de la mesa, y oímos la puerta cerrarse. Cuando por fin estamos solos, advierto que está un poco distraído, nervioso quizás, y evita el contacto visual. Pasamos la cena básicamente en silencio, interrumpidos solamente por los comentarios de Peeta sobre lo deliciosa que está la comida. Aunque me inquieta un poco su actitud, no digo nada ya que no quiero dañar el momento.
Cuando terminamos, recojo los platos y él se ofrece a lavarlos pero me niego, ya los lavaré yo más tarde.

-Sabes que me enteré de que Plutarch Heavensbee no ha perdido tiempo con respecto al plan que tenía sobre ‘llevar el entretenimiento a las pantallas de Panem’, -dice Peeta mientras espera a que organice la mesa.-Nada que ver con el entretenimiento típico del Capitolio ya sabes cuál…, sino algo totalmente distinto y mucho mejor. ¿Querrías ver un poco?
De repente recuerdo que Plutarch mencionó algo parecido, algo sobre cantantes… De igual modo acepto; algo animado para aligerar el ambiente iría bien. Nos sentamos en el sofá de color verde oliva que está en la sala de estar frente al televisor y nos dedicamos a mirar el programa que precisamente es un concurso de cantantes, el cual resulta bastante entretenido y no me sorprende ver que Caesar Flickerman es el presentador, aunque luce más delgado y usa ropa de colores más normales, lleva siempre esa alegre actitud, que hace sentir más confianza a los participantes. Empiezo a adormecerme y descubro mi cabeza recostada sobre el hombro de Peeta sin querer…

-Katniss te vas a perder la mejor parte.- oigo que dice Peeta, pero la bruma del sueño me atrapa y me dejo llevar a un mundo lleno de sombras…










Adelanto: Ya tengo listo el capi 6, y aviso que tendrá un poco de drama asdfgh een fin!

Sobre el capítulo me pareció interesante añadir información sobre nuestro presentador Caesar Flickerman, que me pareció siempre un personaje súper agradable :) además tenía la duda de que había pasado con él, así que eso fue lo que creo que le pasó después de la guerra. 

Espero que les haya gustado, y de nuevo, si quieren expresar su opinion, ya sea buena, regular o mala(constructivamente)! dejen su comentario. :D

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4 comentarios:

  1. yo exijo el siguiente capitulo en esta semana no me puedes dejar así por favor :) estuvo genial tu capitulo por favor :)

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    1. Hahahaha XD Umm pues ya veremos..., maybe yes,maybe not...
      Naaaa mentira, no me aguanto tanto y lo subo el sábado o algo así pero de que lo subo antes de que se acabe la semana, lo subo:D
      ¡Graaciaas! y graaacias por comeeentarr:3

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  2. Jjajaja es cierto!!! Jiji:D Me ha encantado y ya me estoy preparando para el capitulo 6 que como tiene un poco de drama, como has dicho... Jajajaja pero bueno, esperemos lo mejor:D Genial el capitulo:)
    Saludos .lll.

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    1. Neeee no es nada malo... o ¿tal vez sí? XD eh no diré nada c:
      ¡Graaacias por leer y comentar! me alegro que te haya gustado :)
      Saludos igual .|||.

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